miércoles, 5 de enero de 2011

Ya les oigo...

¡Qué noche tan mágica! Dan ganas de empezar ya a limpiar los zapatos no vaya a ser que quede alguna motita de polvo que no convenza a los Reyes. Cada vez que me acuerdo de la emoción que sentía estos días cuando era pequeña, los nervios al meterme en la cama, el convencerme de que había sido buena y por la mañana tendría algún regalo esperándome... No es lo mismo, pero yo sigo sintiendo un poquito de ese cosquilleo en la tripa.

Me encanta ver a los niños con sus catálogos de juguetes, desbordantes de ilusión en la Cabalgata, ´que me cuenten cual es su Rey favorito...todo lo que rodea a este día me vuelve loca. Por eso no me olvido de mi amado roscón, mi dulce preferido de la Navidad. Es mi seña de identidad.

Melchor, pórtate bien conmigo por fa.