viernes, 15 de enero de 2010



Lo felices que nos hace un trapito. Será superficial o todo lo que quiera decir la gente, pero que satisfacción da llegar a casa con algo nuevo de ropa. Para nosotras, en general, lo de las tiendas es una terapia. Y eso que yo no soy de las de pasarme un día entero paseando por el imperio Inditex, no tengo paciencia. Pero soy feliz dandome un paseíto siempre que puedo y fichando cositas.
Qué plan mejor que irse una tarde de compras con alguna amiga y después una buena merienda en la que abunde el chocolate, inmejorable. Desconectas y terminas por sentirte estupenda.
Me encantan nuestros comentarios cuando vemos alguna novedad chocante y tajantemente decimos "yo eso no me lo pongo ni de casualidad". Dos meses después lo tienes en tu armario y se convierte en un básico de tu día a día. Por supuesto toda regla tiene una excepción, pero muy poquitas.
Yo, siento debilidad absoluta por los zapatos y los bolsos y me pruebo todos los que puedo. El problema es que una no tiene una vida social tan activa como las celebrities y claro, para ponértelos dos días, pues no te los compras. Eso sí, llegará el día en que luzcamos maravillosas con un vestido de ensueño y unos zapatos de infarto, yo no pierdo la esperanza. Tiempo tenemos por delante.
Eso sí, nada de chicos, pobres. Pero cada uno tiene sus gustos, ¡qué se le va a hacer!

martes, 12 de enero de 2010

Para reirse un rato..

Merece la pena verlo entero, espero que os guste, ya me direis!





Amiguita, amiguita...

Tengo dos post pendientes de ayer, pero llegué a casa tan cansada que no pude.
Ayer por la tarde tocaba ¡amiga invisible! Esta vez con más ganas que nunca, porque esta vez ha sido especial. Decidimos crear un correo para que cada una recibiera mails de su "amiguita". Todo un acierto. Que sonrisa se nos ponía a cada una cuando abría el correo y tenía un mail especial. A mi, me han encantado las fotos, canciones, powerpoints y demás que me mandó la mía. Ha sido más divertido que nunca porque barajabamos nombres con las pistas que podíamos sacar, pero lo teníamos bastante claro todas. Nos conocemos demasiado, sabemos como nos expresamos cada una.
Por segundo año, la casita de María nos recibió cargada de dulces y salados, para ponernos las botas, reirnos, marujear, ver fotos, últimos cambios, volver loco al pobre Juan y darnos nuestros regalitos. Nos encantaron, a todas. Tanto que este año habrá otro amigo en mayo. Como dice Vero, de puente a puente porque me lleva la corriente.

lunes, 11 de enero de 2010