viernes, 15 de enero de 2010



Lo felices que nos hace un trapito. Será superficial o todo lo que quiera decir la gente, pero que satisfacción da llegar a casa con algo nuevo de ropa. Para nosotras, en general, lo de las tiendas es una terapia. Y eso que yo no soy de las de pasarme un día entero paseando por el imperio Inditex, no tengo paciencia. Pero soy feliz dandome un paseíto siempre que puedo y fichando cositas.
Qué plan mejor que irse una tarde de compras con alguna amiga y después una buena merienda en la que abunde el chocolate, inmejorable. Desconectas y terminas por sentirte estupenda.
Me encantan nuestros comentarios cuando vemos alguna novedad chocante y tajantemente decimos "yo eso no me lo pongo ni de casualidad". Dos meses después lo tienes en tu armario y se convierte en un básico de tu día a día. Por supuesto toda regla tiene una excepción, pero muy poquitas.
Yo, siento debilidad absoluta por los zapatos y los bolsos y me pruebo todos los que puedo. El problema es que una no tiene una vida social tan activa como las celebrities y claro, para ponértelos dos días, pues no te los compras. Eso sí, llegará el día en que luzcamos maravillosas con un vestido de ensueño y unos zapatos de infarto, yo no pierdo la esperanza. Tiempo tenemos por delante.
Eso sí, nada de chicos, pobres. Pero cada uno tiene sus gustos, ¡qué se le va a hacer!

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