martes, 2 de noviembre de 2010

La cura perfecta


Una tarde estupenda. Un capuccino en Starbucks y un cartel estupendo en una tienda. Un beso lo cura todo. Tardes de complicidad también,

1 comentario:

Verito dijo...

Te mando mi beso muy fuerte para que cruce el mar y te llegue bien!!!!Muak!!!