viernes, 21 de enero de 2011

Crecer

Me encanta no dejar de ser nunca una niña. Crecer está bien, bastante bien diría yo, pero me encanta mi esencia infantil.

Adoro ser un niña cuando estoy mal y dejarme mimar como cuando tenía cinco años. También cuando me vuelvo loca con mis amigas y somos capaces de ir cantando por la calle una canción de Disney a todo pulmón.

Pero por encima de todo, me gusta ser niña, porque eso me hace tener mil ilusiones, proyectos y deseos y tener la convicción de que todos y cada uno de ellos se hará realidad.

1 comentario:

verito dijo...

nunca debemos perder las ilusiones, los sueños y las ganas de vivir!!Aunq a veces cueste!!! Hay q mantenerlos bien alto!! Un besito!!!!